Determinamos si tu coche es compatible con la conversión a gas.

Colocamos el tanque de gas en un lugar seguro y accesible, generalmente en el maletero. Nos aseguramos de que esté bien fijado y protegido, siguiendo todas las normativas de seguridad. El tanque es diseñado para resistir altas presiones y garantizar un almacenamiento seguro del gas.

Instalamos los inyectores de gas, la centralita electrónica, el reductor de presión y otros componentes esenciales. Cada pieza es colocada meticulosamente para asegurar su correcto funcionamiento y minimizar cualquier riesgo. Utilizamos componentes de alta calidad para garantizar la durabilidad y eficiencia del sistema.

Conectamos todos los componentes del sistema de gas y configuramos la centralita electrónica. Esta etapa es crucial para garantizar que el motor pueda alternar entre gasolina y gas sin problemas. Ajustamos la centralita para optimizar el rendimiento y la eficiencia del combustible.

Realizamos una serie de pruebas exhaustivas para asegurarnos de que todo el sistema funcione correctamente. Verificamos que no haya fugas y que el motor opere de manera eficiente con el gas. Hacemos los ajustes necesarios para garantizar un funcionamiento suave y seguro. Finalmente, proporcionamos al cliente una demostración y explicamos el funcionamiento del nuevo sistema.